Hay muchas organizaciones de todo el mundo que toman su inspiración y su nombre de los históricos Caballeros Templarios. La mayoría son grupos benéficos que inspirados por la dedicación caballeresca y la negativa a rendirse durante la batalla. El más importante de los cuales es la rama masónica de los Caballeros Templarios.

Mientras que la conexión a los Caballeros Templarios históricos es algo tenue, se ofrecen membresía a los masones cristianos en el camino del rito de York que han sido iniciados con éxito en el Arco Real. Grandes debates todavía continúan con respecto a si hubo o no alguna vez un punto de encuentro “oficial” del Templarismo y la Masonería. Muchos de los Francmasones de hoy atribuyen la introducción de tradiciones templarios a Andrew Ramsay en el año 1713, mientras que otros mantienen que Ramsay no hizo más que dar un discurso acerca de los Templarios en ese mismo año y que él dio paso a la gran parte de la leyenda colorida que rodea la Orden. En diciembre 1778 la Logia de Scoon y Perth confirió los “seis pasos diversos de la Masonería” en los titulares de cargos de la Logia San Esteban en Edimburgo, es decir, “Pasado Venerable Maestro, Excelente y Super Excelente Mason, Arco y Mason del Arco Real y por último los Caballeros de Malta”. En su Historia de la Francmasonería, Robert Gould señala: La copia de un certificado que se conserva en York para los cinco Grados 26 de enero del 1779, al 29 de noviembre de 1779, es el documento oficial más antiguo conocido en Gran Bretaña e Irlanda en relación con los Caballeros Templarios en relación con la Masonería. Sin embargo, también se observa que en 1730 dos Logias aparecieron en Londres afirmando la práctica de una nueva forma de la Masonería, el Rito de Bouillon, que abarcaba los tres grados usuales más Maestro Escocés, Novicio y Caballero del Templo. El estado floreciente de la Masonería Simbólica bajo la protección de su Alteza Real el Príncipe de Gales (luego Jorge IV), El Gran Maestro, y el gran aumento de los Capítulos del Real Arco frecuentados por su Alteza Real el Duque de Clarence (después William IV), alentó a los Masónicos Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Palestina, Rodas y Malta, ahora llamados los Caballeros de Malta, para revivir sus antiguas órdenes reales, religiosas y militares. Esto dio lugar a la instalación del Hermano y Caballero Compañero, Thomas Dunkerley, de Hampton Court Palace, Gran Maestre de la Cofradía bajo el patrocinio de Su Alteza Real el Príncipe Edward (luego duque de Kent). En el 24 de junio de 1791, un Gran y Real Cónclave se celebró en el cual se revisaron, reescribían y por unanimidad aprobaban los antiguos Estatutos de las Órdenes.